Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. Espéranos

Somos Anonymous. Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. Espéranos. Esa es la leyenda que antecede al movimiento que se manifiesta en acciones a favor de la libertad de expresión. Anonymous nació como un grupo de hackers activistas que buscaban objetivos comunes para robar y filtrar información a través de distintos medios en internet. En el siguiente ensayo pretendo  analizar el movimiento Anonymous a partir de la teoría de la comunicación (Manuel Castells, 2009) y la comunicación digital interactiva (Carlos Scolari 2008).

Anonymous se declaró a sí mismo como grupo en el 2008, año en que filtraron al internet un video interno de la iglesia de la cienciología (Church of Scientology) en el que aparecía Tom Cruise hablando de lo que significaba pertenecer a dicha iglesia. El video comenzó a circular por internet rápidamente, hasta que la iglesia decidió emprender acciones legales para censurarlo. Cada vez que alguien lo compartía, el video era censurado casi inmediatamente. Fue entonces cuando Anonymous declaró la guerra a través de un video de Youtube (http://www.youtube.com/watch?v=UFBZ_uAbxS0)  contra la iglesia de la por tratar de censurar la libertad de expresión en “su espacio”: el internet”. Anonymous convocó a través de su video a las personas a reunirse alrededor de las iglesias de cienciología del mundo para protestar.

Con Anonymous lo que sucedió primero fue un proceso contrario a la digitalización. Si me permite el señor Scolari llamarlo así, fue algo como una analogización. Esto principalmente porque  Anonymous nació como un sociedad digital donde se hacían ciber bromas. De hecho, las censuras en el internet fueron las que llevaron las quejas, principalmente hechas digitalmente a través del sitio web 4chan, a la calle, directo a las pancartas; una mezcla de traer al mundo análogo las voces que primero fueron texto. Fueron más de 10,000 personas que se reunieron alrededor del mundo para protestar por la causa. Además, muchos de ellos salieron a las calles con una máscara de Guy Fawkes, un tipo que nunca hubiera soñado con el mundo digital. Lo interesante es que tomaron la representación de la cara de Fawkes recreada en la película V for Vendetta y sólo bastó esparcir una imagen en internet para que cada quién hiciera su propia máscara.  Creo que en el momento en el que sucedió este fenómeno de encontrar en la calle las voces y las caras que habían permanecido en el anonimato digital, fue cuando en realidad el grupo tomó carácter de movimiento social.

A diferencia de otros movimientos sociales, Anonymous no hubiera nacido nunca como tal sin el internet. Esto es porque la materia prima con la que trabajan es la información digital, aunque no hace falta saber de programación para formar parte de este movimiento mundialmente conocido. Por eso creo que hay un constante juego de ping-pong entre la digitalización del movimiento y ese otro término que no acaba de convencerme, la analogización. Si trasponemos de una manera muy simplista la digitalización del movimiento, la analogía (remedación) es sencilla, son ladrones que roban a aquellos que tienen más para darle al pueblo. A diferencia de Robin Hood, lo que le dan al pueblo no son las riquezas del otro, sino razones para hacerse de una posición crítica.

Habiendo dicho lo anterior, sobraría decir que la hipertextualidad es de suma importancia en este movimiento, pero no obviemos nada. Después el inicio de Anonymous como movimiento, se dieron cuenta del potencial que tenían con sólo estar conectados entre ellos detrás de una computadora, por lo que se comenzaron a fijar objetivos más grandes. Nunca ha estado claro quiénes están específicamente atrás de este movimiento, pero es sabido que cualquiera puede aportar al movimiento bajo el nombre de Anonymous si la intención e ideología es la misma con la que se ha identificado al grupo desde el 2008, esto sería como un uso instruccional del movimiento. La siguiente gran jugada para este movimiento fue la filtración de cables diplomáticos de la guerra entre Iraq y EU filtrados por Julian Assange. Este movimiento puntualmente se basaba en la hipertextualidad porque un click te llevaba a links relacionados con el gobierno de EU. De aquí regresamos al juego de ping-pong porque esto llevó a gobiernos como el de EU y Suecia a tomar mediadas contra este tipo de filtraciones. La mayoría de los medios de comunicación lo metieron a sus agendas y la hipertextualidad se disparó por todos lados.

La idea de usar todos la misma máscara como representación del movimiento es que se unieran como una sola voz grande y no como muchas individuales. Sin embargo, la reticularidad el movimiento es siempre de muchos a muchos. Están los que filtran la información, los que aportan con difundir un mensaje o máscara en las redes sociales, los que ponen el dedo en los objetivos y los que reciben información y la regeneran, distribuyen y difunden en el ciber espacio. Es una red donde cada quién puede determinar su posición en la zona de juego. Creo que la interactividad del movimiento es algo difícil de medir pero no cabe duda que hay usuarios activos alrededor de todo el mundo.

Si hay una categoría de Carlos Scolari que define el movimiento social Anonymous, es multimedialidad. Esto es porque funciona a un nivel exponencial de contenidos en diferentes medios. Anonymous se ha hecho funcionar por fotos, videos, audio y protestas en las calles. Creo que esa puede ser una debilidad para el movimiento porque a través de las redes sociales, la gente puede adoptar la identidad Anonymous para darle distintos usos. En mi opinión, el uso dominante sería compartir una misma imagen, como la de la máscara de Guy Fawkes para que simbólicamente el movimiento crezca y se haga presente en la mayoría de lados posibles. Quizá el uso empírico respondería a la generación de debates en la redes sociales que cuestionaran los objetivos de Anonymous, así como los beneficios de robar información, entre otras cosas. Y como uso prescrito nos tendríamos que remontar al inicio del movimiento, compartir ideologías para acordar blancos y decidir qué información “privada” pertenece a la gente. Con lo anterior puesto en papel (nótese la remedación de mi blog a la de una cuaderno mortal con páginas finitas) queda claro que los usos del movimiento a partir de las redes sociales no quedan sólo en manos de los que van a la cabeza del grupo, sino de todos aquellos que tienen acceso a una computadora con internet.

Un ejemplo como anillo al dedo de la reprogramación de redes que ha generado Anonymous, fue cuando Julian Assange filtró la información del gobierno de EU. En ese entonces, estaba la polémica del sitio de internet llamado Wikileaks, que por el objetivo y misión de la página, formaba parte de Anonymous. En wikileaks estaban filtrados los cables diplomáticos, y como era una página que no podía recibir ingresos más que por aportación voluntaria, estaba afiliado a programas como PayPal, Amazon y Mastercard. Cuando los cables salieron a la luz, estas tres instituciones bloquearon la donación de fondos al sitio Wikileaks, es decir, bloquearon las posibilidades de crecimiento monetario. Fue entonces cuando Anonymous se apropió completamente de la causa y decidió bloquear esos nodos. Fue un escándalo internacional. Los usuarios de PayPal y Mastercard estaban inhabilitados para realizar cualquier tipo de transacción digital.

Más que bloqueo, lo que Anonymous generó fue una reprogramación en la red, es decir, obligar a las instituciones a reforzar su seguridad para no convertirse en víctimas de algún ciber ataque. Se interpuso como el intermediario incómodo entre nodos muy grandes (gobiernos, empresas dominantes) y usuarios de internet.

Está claro que lo anteriormente analizado es una pequeña parte del movimiento. Actualmente siguen existiendo los ciber ataques a diversas instituciones mundiales. Queda claro que este movimiento es un gran nodo que respalda el estudio de Castells en la sociedad red. Esperemos la siguiente gran jugada de Anonymous y dejémonos de la teoría, que la mera acción está en internet.

Imaginación Política

Que se enfermen los que puedan

La propuesta había sido enviada por el Parlamento un lunes de septiembre. Esperaban tener  resolución para la mañana siguiente. El Jefe de Estado, por segunda vez en cuatro años, no hacía más que  permanecer sentado y relajar los brazos que colgaban como extremidades muertas, sueltos hacia el suelo  en la silla que alguna vez  tuvo un águila. Su oficina estaba decorada con la bandera de los 23 distritos, un librero con 9 enciclopedias  y nada. Afuera lo esperaban los guardias que lo escoltarían  a su inminente exilio, según el Consejo Regulador.

***

Recuerdo cuando el Jefe de Estado resultó electo. En el Parlamento creyeron que el Sistema de Coeficiente Intelectual había fallado. Las computadoras no tardaron más de 25 minutos en determinar el resultado, que excedía en un 50% el del Jefe de Estado que terminaba su mandato. Hasta los rebeldes dejaron las armas para comprobar que las elecciones habían sido genuinas, aun cuando su lucha apostaba por lo contrario. A pesar de la necesaria duda de cuestionar el resultado del Coeficiente del nuevo elegido, algo estaba claro: el Sistema de Elección era infalible, por tanto, del resultado no debía quedar duda.

Era una mezcla de emoción, duda y desconcierto. Todo eso envuelto en reacciones populares discretas. Y es que el sentimiento nacionalista había quedado prohibido años atrás. Con él se fueron tradiciones, honores a la bandera, representaciones deportivas y el sentido de arraigar la memoria al tiempo y lugar por el que uno, años atrás, hubiera dado la vida. Así fueron aquellos días, así como se suda la gota gorda cuando hace calor, por las paredes viejas de adobe de esta nación. Primero llegaron las máquinas del Sistema de Coeficiente Intelectual y sus cinco niveles. Obligatorio, omnipresente. El primero, mayoritariamente para niños era invisible ante el Parlamento, gente de clase extremadamente baja. Por el segundo se paseaban los estudiantes, aspirantes a lo que las fronteras de su distrito les permitía soñar. El número tres eran generalmente académicos, aunque el título no era determinante para pasear el Coeficiente entre los distintos niveles. Que la imaginación nos dé para pensar en el cuarto y quinto. A partir del cuarto ya se podía votar. El quinto incluía la posibilidad de aspirar a algún cargo político. Aunque más que una aspiración era una obligación. Una obligación que sacaba del margen la vida privada. De haber existido un  sexto nivel, el nuevo Jefe de Estado habría estado en él.

Comenzó su mandato con una precisión de extrañarse. 22 de los 23 distritos aumentaron su productividad a tal grado que la calidad de vida era percibida como si fuera una nación libre. Nunca llegar al nivel 4 ó 5 había sido una aspiración tan marcada. La de él era una cara de visión y estabilidad, casi con orgullo de la nación, pero no tanto, era sentimiento prohibido y declarado en la Carta Magna. El Parlamento era una cosa prominente. Las iniciativas llegaban al Sistema de Voto Transparente instalado en todas las casas donde viviera un 4 ó 5, semana tras semana la estabilización de los distritos era mayor. La resolución era casi inmediata. Los rebeldes siempre fueron rebeldes y permanecían más escondido que nunca, pero permanecían.

Después murió el hijo del Jefe de Estado. Prohibido el luto. Prohibido un funeral transmitido por los medios de comunicación. La nación era tren que no se podía frenar. Lo enterraron sin más, al lado de una lápida perdida entre otras dos mil.

El Jefe de Estado era sólo un hombre sin pasado y con las riendas de lo que el futuro significara. Cargaba la cara de alguien que nunca fue nada.

Pasó el tiempo y las cosas iban de la mano con la indiferencia. El progreso de la nación era mínimo y el Parlamento hacía nada. Nadie podía hacer nada. Los rebeldes regresaron con pancartas viejas y recicladas. Después llegaron las elecciones, el Sistema de Coeficiente Intelectual no mostró sorpresas. El mandato del Jefe de Estado habría de prologarse tres años más. Seguía siendo el más alto.

Si esta historia tuviera un color, no tendría color.

Maldito el sentimiento nacionalista prohibido que desgarraba las entrañas del Jefe. A la mierda el Sistema de Coeficiente Intelectual y su selección “natural”. Sacó de su escritorio un papel amarillo, era papel de china. Lo recortó lentamente, aun con lo panóptico de las cámaras instaladas en su oficina y la poca tolerancia hacia actividades improductivas. Sacó también de su saco una hoja de Cempazúchitl que había recortado un año atrás y que cargaba todos los días. Prendió una vela y, conteniendo una lágrima estéril, vieja, al borde de lo amargo puso a un lado la foto de su hijo.

***

La propuesta ya tenía resolución. Un altar de muertos era significado de… bueno, ya saben. Ajena a nosotros la hora en que se fue a la horca con la esperanza de los 23 distritos en el pecho. Los sistemas, consejos y demás formalismos se fueron al carajo.

 

 

 

 

 

 

 

http://www.pcadvisor.co.uk/features/internet/3414409/what-is-hacktivism-short-history-anonymous-lulzsec-arab-spring/